Al igual que hay distintos tipos de familia, tenemos distintos estilos educativos y, normalmente, tiramos del que nos han aplicado a nosotros…y con nuestros hijos no funciona.
Hay que buscar otras herramientas y así es como topé con este ejemplar.
Leí este libro el año pasado a la vez que realizábamos un taller sobre el mismo promovido desde AFADA con ADOPTIA e impartido por Javier Múgica. Me consta que otras asociaciones también están realizando estos talleres.
Yo voy a contaros lo que a mí me sirvió y lo que no me convenció tanto pero siempre desde mi experiencia, mi manera de enfocarlo, y la manera en la que quiero educar a mis hijos bebiendo de distintas fuentes…os cuento.
La primera herramienta que nos ofrece este libro, para mí la más valiosa, y la que mejor nos funcionó a las familias que estábamos en el taller es el AUTOCONTROL.
Cuando ves que la situación se está yendo de las manos….para, respira, un paso atrás, tómate un tiempo y luego, más tranquilos, ya vuelves a retomar el tema, a hablarlo de otra manera o a enfocarlo desde otro lugar, lo que sea.
Evita meterte en una bronca de la que nadie saldrá indemne.
A partir de ahí plantea otras técnicas como la “sentada” para que los hijos sepan que no estamos de acuerdo con como están haciendo las cosas pero sin entrar en sermones, ni broncas, ni castigos.
Hay compañeros de taller a los que les funcionó de maravilla.
No es mi caso quizá porque tampoco lo hacía con mucho convencimiento pero, sobre todo, porque sentí que se percibía como una amenaza y, como a todos no tiene porque servirnos lo mismo, y rectificar es de sabios, pues buscamos otras herramientas que sí nos diesen buenos resultados.
La PRESENCIA, que es algo a lo que no le damos mucha importancia, para nosotros ha sido vital: que sepan que estás ahí, siempre, hagan lo que hagan.
Que vas a ir a buscarlos si se enfadan, que vas a salir a su encuentro…hacer una ronda de llamadas a los que sabes que están a su alrededor solo para que sepan que te preocupas y que quieres saber que están bien.
Y la RED DE APOYO, ya os conté en otra entrada que la utilicé en una situación de
“Tormenta perfecta” aún cuando creía que no la tenía y que funcionó estupendamente.
Así que, en resumen, un libro muy recomendable para aprender herramientas de intervención con nuestros hijos con los que no suelen funcionar los sistemas tradicionales.
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"Lo que me hubiera gustado saber antes de adoptar"