CHARLA GRATUITA: 

 

“¿CÓMO HACER UNA CRIANZA REPARADORA?”

 

 miércoles 21 de diciembre a las 19h (horario peninsular español)

 

Aprenderás que hay que reparar: 

1.- De esos momentos que no estuvimos con ellos.

2.- De la parte de su historia que les ha hecho daño. 

3.- Esa sombra que aparece en nosotras al vernos en el rol de madres/padres. 

Oyes hablar de la crianza reparadora (o terapéutica) y no sabes exactamente por donde empezar…

 

Quizá ni siquiera tienes claro a qué se refieren.

 

Nuestros hijos tienen una historia previa en la que no estuvimos, y cuando ya estamos, hay que ver como “rellenar” esos huecos. 

 

Hay situaciones por las que no debieron pasar, y que les han hecho daño, les han dejado una huella, y hay que intentar sanar esa herida, aunque duela. 

Mirarla, reconocerla, validar las emociones que trae, indagar que nos comunican sus conductas…

 

Tendrían que haber tenido otras vivencias que no tuvieron: seguridad, protección, cuidados…y ahí estamos ahora nosotros para darlos de la manera en la que ellos los necesitan. 

 

Y luego estamos nosotros, que en muchas ocasiones, no nos habíamos descubierto antes como padres y ni nos reconocemos. 

 

Aparece nuestra “sombra” lo que no querríamos hacer y hacemos; y lo que sí querríamos hacer y no sabemos porqué no nos sale. Esas reacciones nuestras que no nos gustan, que habíamos jurado no tener jamás con ellos. 

 

Ahí nos toca reparar nuestras propias heridas, ese niño herido que todos llevamos dentro, y también ese adolescente que, a veces, aún sigue frustrado y enfadado y que nos sale en el momento menos oportuno porque no le hemos atendido nunca. 

 

El próximo 21 de diciembre a las 19h (hora Madrid) vas a poder aprender sobre todo esto.

Reflexionar y tomar consciencia sobre: 

 

¿Cómo hacer una crianza reparadora?”

 

Madre adoptiva desde hace 16 años y coach.

Tengo 2 hijos, chica y chico, ahora adolescentes: 18 y 19 años.

Durante demasiados años, intenté educar como creía que había que hacerlo según mis expectativas y el estilo educativo del que provenía.

Hasta que llegamos a un punto de sufrimiento tal, que hubo que plantearse las cosas de otra manera, intentar entender qué estaba pasando.

La vida me echó un cable y me envió una dura enfermedad para que me tuviera que replantear absolutamente todo, y mis prioridades cambiaron.

Ahí, todo empezó a mejorar.