Cuesta dar el paso a hacer las cosas de otra manera, a mirarnos, a vaciar nuestras mochilas y a limpiar lo que hay dentro, lo sé. 

Cuesta, porque tampoco tenemos referentes de como educar de otra manera, pero está esa vocecita interior que te dice que todo iría mejor desde la calma, con conexión, cuidando de nuestras necesidades y de las de nuestros hijos.

¿Quieres perder otro verano en batallas inútiles por cosas que, si lo piensas, no son realmente importantes?

Criamos, muchas veces, desde el miedo: miedo a que no se independiente, miedo a que no se labre un futuro, miedo a que no sea capaz, miedo a…

¿Imaginas lo que sería cuidarte tú, entender qué te pasa, y cuidar la relación con tu hijo?

Nada va a cambiar fuera, salvo que tú cambies dentro. 

Y si sigues haciendo todo como hasta ahora, los resultados seguirán siendo los mismos. 

Si quieres hacer un cambio en ti, es aquí: