Si tuviera que definir esta comedia francesa con una palabra sería: RESILIENCIA.
“Todo niño que da problemas, es un niño que tiene problemas” (Víctor)
La película va intercalando la vida adulta del protagonista, con sus recuerdos de niño en un país en guerra y su posterior vida en la calle hasta ser recogido en una institución religiosa.
La casualidad, y la picardía de su madre adoptiva, lo pone en contacto con un grupo de adolescentes en el límite del sistema, de estos que no encajan en el trillado camino educativo, y van de fracaso en fracaso por distintos motivos.
La trama nos va mostrando la realidad que vive cada uno de estos chavales: sus traumas, su entorno, sus herramientas para sobrevivir….y la capacidad de supervivencia del protagonista va sacando muy poco a poco lo mejor que tiene cada uno de ellos.
Después de no pocos avatares, cada uno va encontrando su lugar y pueden mirar al drama de sus vidas con otra esperanza, desde otro lugar, hacerse bromas y salir adelante.
¿No es eso lo que deseamos todos para nuestros hijos?
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"Lo que me hubiera gustado saber antes de adoptar"
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