En esta situación tan atípica y tan estresante que estamos viviendo, es posible que nuestros niños y adolescentes empiecen a mostrar conductas distintas, a las que hay que estar muy atentos, como consecuencia de la ansiedad que provoca no salir de casa, no ver a sus amigos, estarse más quietos de lo habitual, y también, como no, notar nuestra intranquilidad y nuestra preocupación.
Hoy me voy a centrar en los más pequeños y en el sueño y en otra entrada me centraré más en los adolescentes.
Es posible, que vuestros hijos quieran dormir con vosotros.
Que busquen en vuestra cercanía en esas horas de descanso la seguridad que les falta en estos días….y es normal.
Son regresiones y están bien, es normal.
Un tema recurrente entre los grupos de padres es el del colecho que tiene defensores y detractores a partes iguales.
Desde mi experiencia, en la que ya os anticipo que me equivoqué, el colecho puede ser una solución temporal sobre todo para nuestros hijos que tienen tantos miedos (y en este momento muchos niños pueden sentirse ahí).
Hace 14 años no se hablaba tanto de este tema.
Mis hijos, como la mayoría, vinieron con muchos miedos, los terrores nocturnos eran habituales, las pesadillas recurrentes….estuvimos varios meses sin dormir una sola noche seguida, haciendo turnos para poder sobrevivir…seguro que a muchos os suena esta situación.
Mis hermanos, por mi cumple, me regalaron el libro del Dr. Estivill “Duérmete niño” con la mejor intención del mundo porque nos veían agotados y el libro estaba de moda.
Pues bien mi consejo es: “por favor, no lo hagan en sus hogares”.
Nuestros hijos necesitan seguridad, saber que vas a estar ahí SIEMPRE, a todas horas, pase lo que pase.
Tienen miedo, mucho, y no saben si vas a estar ahí al despertar, para ellos, al principio, todo es cambiante.
Así que hoy, con la distancia y la experiencia de estos 14 años os aseguro que, si hubiera sabido lo que sé ahora y hubiera sido tan consciente de todas las emociones que se manejan, habría dormido con ellos cada noche, todas las noches, hasta que ellos lo hubieran necesitado (tranquilos, habrá un día que serán ellos mismos los que no querrán).
No obstante, leed, buscad, y sobre todo, fiaros de vuestra intuición y de vuestro instinto porque cada niño es diferente y vosotros, mejor que nadie, conocéis al vuestro.
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"Lo que me hubiera gustado saber antes de adoptar"
Eres grande de corazón y eso hace que hayas podido conseguir estos sueños. Tenéis que estar orgullosos como padres. Una gran lucha, con amor y esfuerzo. Se tiene su recompensa. Me ha encantado. Besos.
Gracias por lanzarte a escribir Amparo. Me encanta cómo abordas los temas.
Sobre el sueño que decir… totalmente de acuerdo. Desde el primer día nuestro hijo ocupa su lugar en nuestra cama. Pensamos que es fundamental, terapéutico para él.
La noche le angustia. Tiene miedo a como él dice “perdernos”.
Todo el amor, cariño y seguridad que podamos darle le hará crecer mejor.
Mil gracias Amparo.
Un millón de gracias a tí por colaborar con tú opinión.
Así es, nuestros hijos tienen más miedos que los demás, aunque me temo que está situación hará que muchos niños los tengan porque ven a sus padres enfermos, porque saben que trabajan en puestos de riesgo…nadie nunca habíamos vivido una realidad así y eso nos pasará factura a todos salvo que seamos conscientes de como nos sentimos y de afrontarlo de manera positiva.
Espero que estéis todos bien. Un abrazo enorme.
Totalmente de acuerdo, con los primeros hijos intenté llevar al extremo todo lo aprendido en los libros, aunque me levantaba todas las veces que hacía falta, me sentaba a su lado cogía su manita y me quedaba horas hasta calmarles, puede que alguna vez les dejase llorar pero no lo recuerdo bien, con los pequeños ya estaba tan agotada que me daba igual ya que se metieran en mi cama. Al final buscan seguridad y calmar sus miedos. Algunas cosas de las que hice por educarles bien no las volvería a hacer, cuando echas la vista atrás siempre cambiarías cosas, todo se ve desde una perspectiva diferente, también adquieres más sabiduría, y más paciencia pero es así como funcionamos, por eso cuando me llaman madres por temas que les preocupan tiendo a no dar importancia a lo que no lo tiene, ¿que llora y quiere ir a tu cama? Pues que vaya, todo lo que sea hecho desde el amor no puede perjudicar, el sentido común, el instinto, la naturalidad para mi prima más que los tropecientos libros que me leí, no he vuelto a leer un sólo libro sobre educación porque acabé saturada pero si me gustan mucho las experiencias personales de la gente, me enriquecen mucho. Todo aporta.