Desde que empecé a publicar este blog, desde mi percepción de madre adoptiva, nunca lo he utilizado para reivindicar nada, pero creo que ha llegado el momento de hablar claro sobre un tema que nos afecta en todo el proceso adoptivo, desde que presentamos la solicitud, en el proceso de idoneidad, en el período de post-adopción (sobre todo en adopción nacional como es mi caso) y después, si tienes algún problema parece que también puedes acudir a ellos, aunque yo no lo haya hecho nunca.
Con las experiencias del principio tuve bastante.
Me refiero a los técnicos de los servicios sociales de menores.
Ahora me ha tocado volver a buscar sus servicios para que nos acompañaran en la búsqueda de orígenes y el resultado ha vuelto a ser el mismo: la frustración más absoluta.
Ellos siempre alegan lo mismo: falta de recursos, de tiempo, de personal, cambios de departamentos….pero sin quitarle importancia a todo eso, lo que yo siento es, lamentablemente, una falta de preparación en lo que se supone que debería ser el “bien superior del menor” preocupante.
Como he dicho muchas veces refiriéndome a los maestros y que me sirve igual para estos técnicos: Señores, no trabajan ustedes en Hacienda, no trabajan con números y papeles; trabajan con personas, con menores, con niños y con toda la fragilidad y vulnerabilidad que traen en sus historias de vida.
También trabajan con adultos los de las familias adoptivas, y también las biológicas, que también tenemos nuestra historia y nuestro corazoncito.
Si un empleado de Hacienda se tiene que poner al día con las leyes que van saliendo nuevas, se tienen que reciclar para cobrarnos adecuadamente los impuestos, yo creo que estos técnicos nuestros tendrían que estar formados y al día en trauma, en apego, en las consecuencias de la adversidad temprana, en la importancia de atender las demandas de los adolescentes de saber sobre sus orígenes, y no que te contesten con un “vuelva usted mañana” sin darle importancia ninguna a los temas tan delicados que estamos tratando.
Seguro que os estáis preguntando qué mosca me ha picado…pues es que me siento como la de la imagen del laberinto que encabeza esta publicación…sin saber qué camino coger para llegar a buen puerto.
En el momento vital que nos toca vivir ahora, que es el de la búsqueda orígenes, me he dirigido con la mejor intención de tener un buen acompañamiento y de estar orientada por profesionales a los servicios sociales de la Comunidad autónoma que nos entregó a mis hijos en adopción (supongo que esta no es ni mejor ni peor que ninguna otra) y me he encontrado, para empezar, que han perdido los expedientes de mis hijos
¡En el s. XXI!
¡En la era de la tecnología!
¿En serio?
No saben qué han hecho con ellos ni donde han ido a parar….yo me he puesto en contacto incluso con la psicóloga que nos llevó la supervisión los días de la adaptación y que ya hace años que no pertenece a ese departamento y me ha dicho que claro, que ella ni idea, que no se acuerda, pero que los profesionales que estaban ahora allí que harían lo que tuviesen que hacer….pues con eso nos hemos quedado.
La técnico con la que estaba hablando desde hace un par de años, la cambiaron de departamento después de sus vacaciones de verano.
Era un chica bastante eficiente en cuanto a contestarte rápido a los correos o consultas que le hicieras, eso tengo que reconocerlo. Incluso me llamó y estuvimos hablando un día bastante rato sobre la situación, pero no se hacen cargo de lo interminables que son los plazos que ellos marcan en su día a día y de lo que tenemos que manejar las familias en casa.
Concretamente mi hija menor lleva como desde los 9 años pidiendo que quería conocer, por lo menos, a sus hermanos biológicos mayores.
Como nos parecía muy pequeña, la fuimos sujetando como pudimos.
Ella ya conoce su historia de siempre, la que teníamos de su familia, habíamos visitado donde nació, donde vivió, donde nos conocimos…ella ha pedido un par de veces ir a celebrar allí su cumpleaños y lo hemos hecho coincidir con las vacaciones familiares y así lo hemos hecho…ella quería ya tener contacto con ellos, saber que había sido de su vida, si tenía sobrinos, si tenía más hermanos.
Al llegar a la adolescencia eso ha sido irrefrenable, lo lleva además, en ocasiones, con mucho sufrimiento, ella piensa en ellos todos los días, aunque a nosotros solo nos lo cuente de tanto en tanto.
Así que decidimos que era momento de ponernos en contacto con los servicios sociales para dar los pasos oportunos.
De esto hará más de 2 años.
En este tiempo, en adopción nacional, con unos expedientes que tendrían que estar más o menos controlados, hemos conseguido saber que otro hermano fue dado en adopción pero que a sus padres adoptivos no les ha parecido buen momento para que se pusieran en contacto, y obviamente eso hay que respetarlo.
Parece que estaban pasando un momento delicado y no les pareció que esto pudiera ayudar.
Y también nos han facilitado los nombres de pila de las hermanas mayores que tienen su vida hecha porque son mucho más mayores que mis hijos, su madre biológica las tuvo en la adolescencia.
La otra noticia que nos han dado ha sido confirmar que la madre biológica había fallecido hace ya unos años, muy joven.
Fin.
Dos años para esto.
En ningún momento se les ha ocurrido hablar con mi hija para ver como se sentía ella, que necesidades tenía, que es lo que esperaba, explicarle qué podían encontrar y que no….NADA.
Después de que la chica que llevaba nuestro caso fuera cambiada de departamento, esperé unos meses para que las demás se pusieran al tanto de la situación y cuando, medio año después, no había tenido noticia ninguna me puse en contacto con la jefa de departamento que me dijo que no había más noticias, que habían enviado cartas certificadas a las hermanas mayores en julio, que tenían constancia de que las habían recibido pero que no habían contestado de ninguna de las maneras que les decían en la carta que se podían poner en contacto con ellas.
Ni idea de qué tipo de carta les habían mandado ni lo que les explicaban en ella pero, por lo poco que sé de la vida de esas chicas, me temo que les quedan pocas ganas de ponerse en contacto con los servicios sociales, no sabemos en qué momento vital las pillamos…es que me parece tan frío…pero bueno, eso es lo que le tuve que explicar a mi hija, que sus hermanas no habían dado señales de vida.
Y ver la decepción y la desilusión en su cara aunque no quiso ni hablar del tema.
Y esta semana, me llama otra técnico, para decirme que habían llegado las cartas devueltas, que cuando las enviaron no había nadie en casa, que les dejaron notificación y que, como en estos meses no había pasado nadie a recogerlas, habían llegado devueltas.
Tal cual.
¿En serio les parece lo mismo una información que otra?
¿De verdad creen que no se merece, que no necesita, que alguien preparado le explique que eso es normal, que puede pasar, que no significa que ella no les importa?
Pues no contenta con eso, me dice que bueno, que por ahora con esa información ya tiene bastante y que, si acaso, cuando tenga los 18 que vuelva a intentarlo…de verdad que tuve que contenerme mucho para no contestarle ya lo incompetentes que me parecían y la falta de preparación que dejaban ver con ese comentario.
En fin, me queda claro que tendré que recurrir en cuanto pueda a la mediación privada pero me parece vergonzoso que se molesten tan poco, y que encima intenten justificarse con que no tienen más recursos, que ya no pueden dar más pasos.
Porque aunque no tengas más recursos y no puedas dar más pasos, puedes hacer las cosas mostrando más empatía y mostrando que sabes de que hablas….que para eso, claro está, tendrías que saberlo.
Tendrías que ver llorar a mi hija con la amargura que llora cuando habla de este tema, cuando te cuenta como se siente, cuando te hace las mil preguntas que no puedes responder.
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"Lo que me hubiera gustado saber antes de adoptar"