No sé si estás tan al tanto de mis publicaciones como para haber echado de menos la del jueves pasado.
Y tampoco sé si me sigues en IG (@adopcionconsciente_coach) y te diste cuenta que dije que el jueves contaría una cosa en el blog y que luego ni siquiera hubo blog.
No creo yo que nadie esté tan al tanto…solo yo soy consciente de lo que quiero contar, y como, y a dónde llego y a dónde no.
De cualquier modo, sentía la necesidad de “recalcular ruta” como dice el título.
Si me sigues desde el principio sabes que empecé en plena pandemia con varias publicaciones a la semana (tenía mucho tiempo y mucho acumulado para escribir), que luego fui ajustando y regulando las publicaciones conforme fuimos normalizando la vida (aunque la mía no se normalizó en absoluto) y que, poco a poco, le he ido dando una estructura, que ha terminado por ser demasiado rígida para mí.
Y aquí es a lo que iba.
Demasiado rígida e incoherente, en mi percepción, para la idea de fluir que luego predico.
Me explico:
Quise darle una estructura como “profesional” empezando mes recomendando un libro, lo que supone habértelo leído antes, obvio.
Luego intercalando publicaciones sobre alguna película o serie, que también tengo que haber visto entera para hacer el comentario.
Y, por último, me quedaban algunos días sueltos para escribir sobre temas más íntimos y personales, que son con los que yo empecé.
Si tengo que cumplir con el calendario de programación, a veces, pierde frescura, o no puedo publicar con la inmediatez que querría.
No sé si me explico…
Os hablo de autocuidado, de adaptarnos a nuestras propias necesidades y las de nuestros hijos, de fluir…
Y luego me marco un calendario tan estructurado que no me permite escuchar mis necesidades, ni plasmarlas, ni fluir…
Pues mal voy.
Me encanta leer, pero a temporadas, necesito leer novela que es lo que me relaja, en lugar de leer libros sobre temática adoptiva.
Y a temporadas, no sé bien porqué necesito dejar un tiempo de leer.
Y está bien….pero si al mismo tiempo, me siento en la obligación de publicar, eso me genera un estrés innecesario.
En mis tiempos de ocio, también me encanta el cine, normalmente, tenía muchas más películas vistas que las que necesitaba para publicar, y aún tengo varias que he visto y de las que no os he puesto ningún comentario.
A veces, hace tanto que las vi que quiero volver a verlas para fijarme más en los detalles, y ya me la han quitado de la plataforma en cuestión.
Sin embargo, hay muchísimas veces que prefiero ver películas con otras temáticas, o que no tengo tanto tiempo como querría para ver cine.
Y no quiero que la “obligación” de publicar esto o aquello, me limite en mis decisiones sobre mi ocio o sobre qué ver.
Sobre todo, lo que me ha llevado a esta reflexión es la coherencia.
Si yo te digo que, para sentirte bien y en calma, tienes que tener autoempatía contigo misma, y mirar tus necesidades y ver como atenderlas…yo tengo que hacer eso mismo conmigo misma
¿No crees?
En este momento, la estructura que le había dado al blog, no me hacía sentir en calma.
Y mismo tiempo, quería seguir comunicándome con vosotras de una manera cercana, fresca, espontánea…y haceros llegar mis reflexiones y mi mirada tocara lo que tocara.
Y si un día leo un libro que me parece digno de comentario, hacerlo.
Y si veo una película o una serie que creo que te puede aportar algo, tranquila que te lo contaré.
Así que empezamos noviembre, dejando que caiga la vieja estructura como las hojas de este cálido otoño.
Y yo me iré comunicando por aquí contigo, contándote de mis experiencias y de las que voy viviendo con las familias que acompaño.
Y también te enviaré algunos otros correos, invitando a algunas actividades que estoy preparando, una cosica detrás de otra.
Feliz noviembre.
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